La temperatura era muy agradable y no tuve esa sensación de humedad que hace que mis rizos se encojan formando una preciosa bolita de pelos.
Arreglamos los papeles para el trabajo de Sergio en seguida. Fuimos a una especie de Inem rústico con dos “funcionarios” que parecían sacado de la mafia siciliana...todo muy rápido y sencillo.
A las 14:30 habíamos quedado con Dylan para visitar varios pisitos, nos llevó a un montón de casitas ideales, con techos enormes, cocinas equipadísimas y con mucho encanto, pero la que nos robó el corazón fue una Town House en el corazón de Sliema, a tan sólo 8 minutos andando del trabajo de Sergio. El corazón de Sliema está plagado de estas casitas con encanto, muchas de ellas están en muy malas condiciones debido al paso de los años, pero otras, como es el caso de nuestra casa, han sido cuidadas y mimadas convirtiendo sus calles en un precioso cuadro de puertas verdes, azules y rojas. Nada más entrar encontramos un recibidor que nos da la opción de atravesar una puerta de cristal que desemboca en un pequeño patio con un pozo en el que espero poder crear mi mini-huerto. También podemos subir las curvadas escaleras que nos llevan a los dormitorios, la cocina y el salón. Finalmente encontramos otras escaleras más curvadas aún que las anteriores y especialmente estrechas que nos llevan a una pequeña habitación que abre paso a la azotea, donde podremos disfrutar de unas vistas de Malta que no tiene precio....a parte de las barbacoas que vamos a disfrutar allí. Y todo esto por tan solo 580 euros al mes...en una zona tan tranquila que no dejan tener perros para no romper la calma del lugar, estoy deseando oír tanto silencio.
La única pega es que no podemos entrar hasta el día 7 y nosotros nos mudamos el 1 de Febrero, así que, gracias a la hospitalidad Maltesa, nuestro casero Ian nos deja un pequeño apartamento encima de su casa totalmente equipado y con una entrada independiente para que pasemos nuestros primeros días en Malta. También se ha ofrecido a llevar a Sergio al trabajo ya que esta zona está algo más alejada que nuestra futura casa, la cual se encuentra en el centro. Hospitalidad Maltesa que dicen...
Esto es todo de momento, aunque todavía me queda hablar de la comida...muy rica y con mucho sabor; de mi primer contacto con el inglés o de mi experiencia como mujer florero, no quiero saturaros con tanta información, así que me despido como futura Maltesa y ocasional mujer florero ^_^