domingo, 8 de abril de 2012

El trabajo más importante del mundo.

Cuando sabes que vas a ser madre (padre) empiezan a invadirte un montón de sentimientos, ideas, preguntas que antes no formaban parte de tu día a día y que ahora te acompañarán toda tu vida, puede que algunas desaparezcan en el momento en que sostengas por primera vez a esa personita que ha estado creciendo dentro de ti, pero muchas de ellas nunca se irán.... "¿Qué es lo mejor para mi hij@?, ¿Soy, seré, un buen padre/madre?, ¿cómo debo educarlo?..."  Y aquí es cuando aparecen un montón de "expertos" diciendo cómo debes actuar en cada momento. Estos pueden ser "expertos cotidianos" o famosos escritores con bestseller tras sus espaldas, pero, ¿hasta que punto podemos confiar en estos consejos que tantas veces nos parecen inhumanos?

Siguiendo las preguntas que mi inquieto cerebro de premamá me hacía di con el libro "Bésame Mucho: como criar a tus hijos con amor" de Carlos Gonzalez, experimentado pediatra que defiende el sentido común como el mejor método para guiarnos en esa importante tarea que es el cuidado y educación de nuestros hijos. Carlos está en contra de teorías que propugnan una educación rígida o conductista, como el famosísimo Método del Doctor Estivill, entre otras. Básicamente lo que defiende es una educación de los hijos basada en el amor, el respeto y la libertad.  No son nuestros súbditos, a los cuales hay que domar y doblegar.
Tira por tierra muchos de los actuales "estándares de la educación del bebé", los cuales encontramos en procesos dictatoriales donde se buscaba crear a ciudadanos obedientes... Pero no creáis que es un manual de lo que debes hacer, para nada, es un libro de sentido común escrito por un pediatra con una dilatada carrera como tal.

A mi lo que más me ha sorprendido siempre de libros como el de Estivill es las cualidades que se le atribuyen a un bebé de tan sólo tres meses como son el chantaje emocional, ¿de verdad creemos que un bebé sabe manejar sus emociones con tal control que pueda doblegar a sus padres mediante un llanto planeado y premeditado?, ¿pero qué clase de personas traemos al mundo?, ¿nacemos ya con esas nociones?, entonces, ¿somos "malvados", "egoístas", "planificadores" y "controladores", por naturaleza? Me parece que vemos en esos seres inocentes, que lo único que quieren es sobrevivir, y es el único instinto que poseen en ese momento, nuestras propias debilidades y perversiones del ser adulto.

Pero para apoyar lo que Carlos Gonzalez dice, o olvidarnos de una vez por todas del "duérmete niño" y de lo sádico que resulta dejar llorar a nuestros hijos, he encontrado el capítulo de Redes 447: “El cerebro del bebé”, donde Punset entrevista a Sue Gerhardt, una psicoterapeuta y psicoanalítica británica que ha dedicado toda su vida profesional al estudio de los bebés y como la influencia del afecto en el desarrollo emocional de los más pequeños tiene efectos en la vida adulta.

Gerhardt ha encontrado evidencias de que el cerebro de los bebés se desarrolla de manera diferente en los primeros meses de vida dependiendo de la cantidad y el tipo de atención que reciben en ese momento, lo cual repercutirá en su vida adulta. Nos dice:

 "(...)ciertamente, desde el momento del nacimiento hasta los dos o tres años, se desarrollan muchos sistemas importantísimos en el cerebro, especialmente los que utilizamos para gestionar nuestra vida emocional: la respuesta al estrés, por ejemplo. Los diferentes circuitos bioquímicos cerebrales en el cerebro superior, concretamente en la región orbitaria frontal, se empiezan a desarrollar en ese."

Y, ¿qué repercusión tiene esta falta de atención? Para Gerhardt: 

"Lo importante es que el bebé no se estrese demasiado. Si no lo hace, sea cual sea la manera en la que sus padres le cuiden, le irá bien. Pero el problema es que si este proceso persiste durante demasiado tiempo, o se cronifica durante semanas o meses, puede tener efectos muy perjudiciales, especialmente para los bebés. Algo que creo que debo explicar es que los bebés no pueden gestionar un estrés excesivo."

Vale, eso parece lógico, pero qué estresa a un bebé, a nosotros el trabajo, la economía, nuestras relaciones sociales....pero a ellos.

"(...)para un bebé estar lejos de su cuidador durante demasiado tiempo es muy estresante, ¡porque le va en ello la supervivencia! Un bebé no sabe si sobrevivirá o no: necesita a alguien que le cuide."

¡¡Ajá!! Eso de dejarle que llore hasta que se acostumbre a dormir sólo, sería una de las formas más efectivas si lo que queremos es estresar a nuestro bebé, pero como ésta muchas otras que propugnan "la doma de la cría", la cual se nos presenta como retadora, controladora y manipuladora.

Yo me quedo con lo siguiente:

"(...)el tacto está resultando muy importante para el desarrollo. Así que hay que sostener en brazos al bebé, llevarlo a los sitios, tocarlo. todo lo que genere placer, de hecho; porque las pruebas parecen demostrar que las sustancias bioquímicas relacionadas con el placer y con todo lo que genera placer realmente ayudan a que se desarrollen las funciones superiores del cerebro. Por tanto, mantener el contacto visual, sonreír, jugar, y divertirse con el bebé… Tener en brazos al bebé, tocarlo, masajearlo. todas estas cosas ayudan mucho, no solamente porque quizá formen parte de la gestión del estrés, sino también porque ayudan a la región orbitaria frontal del cerebro.
Para algunas enfermedades mentales, como los trastornos de la personalidad (y ahora hablo como psicoterapeuta que trabaja con adultos que padecen algún trastorno o se sienten infelices) la investigación actual demuestra que, en los trastornos de la personalidad, concretamente, todo apunta nuevamente a la primera infancia. Hay una enfermedad llamada trastorno límite de la personalidad. "


No dejes que tu bebé llore, no le limpia los pulmones, no llora porque si, nadie llora sin razón, no lo hace para ponerte a prueba, sólo necesita saber que estás ahí, necesita sentir tu piel, olerte y saber que va a sobrevivir porque tú no le vas a dejar. No le malcrias...¿qué es mal criar?, ¿criar mal?, ¿por qué dormir con tu bebé, darle el pecho a demanda, cogerlo en brazos cuando llore, no gritarle, amenazarle o castigarle, es criar mal?, no lo entiendo...y  no hay ninguna evidencia científica de que si haces esto acabe siendo un "pequeño delincuente" y sometiéndote a sus más "perversos deseos de infante".

Much@s diréis, "eso lo dices ahora, pero ya veremos cuando acabes siendo una esclava de tu bebé...", y se equivocan porque para mi la decisión de tener un hijo ha de tomarse teniendo en cuenta todo el "esfuerzo físico" y económico que va a suponer. Y sabiendo que muchas veces es mejor renunciar a ciertas cosas (como un sueldo más en casa) a favor del cuidado constante de esa criatura en sus primeros años, por lo menos hasta que las políticas relacionadas con la maternidad cambien y se entienda que éste es uno de los trabajos más importantes del mundo porque de él depende el futuro de todos.

Se despide una carligochi premamá que supongo tendrá muchos detractores :P