jueves, 17 de febrero de 2011

SON SUS COSTUMBRES Y HAY QUE RESPETALAS I PARTE: LOS GATOS REYES DE LAS CALLES


Lo prometido es deuda, así que aquí vienen los gatos y sus vidas paralelas...pero antes pensemos en las colonias de bebé, ¿qué pasa en Malta con los niños? No me he vuelto loca y tampoco lo parezco, pero me he pasado una semana buscando colonia de bebé en varios supermercados, droguerías, farmacias, tiendas especializadas en productos infantiles y todas ellas ellas me mandaban de unas a otras...sólo una me dio el camino correcto: “ve a zara y en la zona de niños encontrarás algo”. Y efectivamente he podido comprar colonia para bebes en zara y ahora soy feliz, pero eso no es lo realmente importante sino el hecho de que aquí los niños no huelen a niños, ¿qué hay de esas cabezitas blanditas que necesitan de su fragancia para poder oler como bebés?, los niños de Malta no son realmente niños, no huelen a bebé y eso me ha dejado bastante preocupada, ¿cómo es posible?, les han robado su olor y ni siquiera lo saben, los bebés ya no huelen a bebé.


Y dicho esto, entremos en el mundo de los gatos, esos amigos peludos que aquí nos miran desde su posición de animales privilegiados en su isla paraíso.


En muchas de las puertas de nuestros ciudadanos malteses encontramos cuencos de comida rebosantes de pienso para gatos, en las fachadas de los edificios, en los jardines de sus casas, no hay una calle que no tenga en alguna de sus viviendas una ofrenda para sus animales más apreciados: los gatos; gorditos como Garfield, aquí no parecen mendigos de la noche, aquí son rechonchos, peluditos y atigrados. Pero no sólo de comida viven los gatos, también podemos encontrar en la calle improvisadas camitas hechas con cartón y mantas para que sus dioses puedan descansar siempre que quieran. Son gatos libres y libres se encuentran.

Estoy pensando en llevar a cabo una maniobra de atracción para poder tener mi propio pelos locos deambulando por la puerta de mi casa, un cuenquito de comida, una camita y creo que conseguiré tener uno que ronroneé bajo mi ventana siempre que quiera... No os vayáis a creer que van de un lado para otro sin rumbo, aquí hay zonas y cada gato tiene la suya, así que tendré que buscar un gato libre que quiera ser mi amigo. El otro día vi, andando con gran parsimonia, a una parda que estaba muy embarazada, así que puede que alguno de sus retoños acabe durmiendo a los pies de mi puerta. En un par de semana empezaré la operación PON UN PELOS LOCOS EN TU VIDA, pero hasta entonces concluiré diciendo que en Malta los gatos son como las vacas en la India, (sin animo de ofender) “personitas” con privilegios que hacen de las calles su hogar bajo la mirada atenta de sus compatriotas, cuidados y mimados al máximo, les dejan ser libres pero les protegen como si fueran mascotas. Aquí los gatos son los reyes de las calles, sólo tienes que acercarte para comprobarlo.


Se despide una aprendiz de Encantadora de Gatos

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